La unidad como contracultura política. Por Carlos Guerrero

La unidad como contracultura política.

Por Carlos Guerrero

El fortalecimiento de la unidad de la clase trabajadora es una búsqueda estratégica que se afirma a través de hechos concretos y se plasma en acciones diversas. De pequeñas y grandes dimensiones, de cotidianos gestos y de formas múltiples, dando musculatura política en los diferentes contextos históricos a lxs trabajadores para enfrentar políticas neoliberales, defenderse colectivamente, conquistar derechos y asegurarlos.

En este sentido, quiero poner el acento en la experiencia de la Intersindical de Cultura Radar de lxs Trabajadores, nacida en 2016, y que sigue siendo un lugar de unidad en la acción. Una primera convocatoria a compañeras y compañeros de las secretarías de Cultura de los sindicatos de las centrales obreras de la CGT y la CT -estimulada inicialmente a través de la escritora y periodista María Seoane* – junto a un grupo de compañerxs dirigentes sindicales, disparó un proceso de articulación y construcción colectiva de políticas culturales sindicales, orientado no solo a difundir y potenciar la agenda cultural de cada sindicato, sino también a construir y constituir una agenda propia de actividades y contenidos teniendo como principales protagonistas a lxs trabajadores y sus producciones.

Innumerables encuentros, jornadas, exposiciones, participaciones en espacios del campo cultural con gestores, artistas, intelectuales y dirigentes sindicales, en una construcción horizontal y con un sistema de toma de decisiones por consensos, dan cuerpo a una sociedad que no solo se mantiene en el cuerpo, sino que logró aunar esfuerzos entre sindicatos para lograr la fortaleza necesaria para confluir en un mismo espacio proviniendo de historias y construcciones heterogéneas. Así, sentamos las bases para la acción sindical en unidad donde la experiencia encuentra, creemos, su principal valor, junto a su permanencia en el tiempo para seguir convocando a aquellas organizaciones que todavía no han ingresado al espacio intersindical.

Desde Radar, como integrantes del movimiento obrero, asumimos nuestro rol en la historia política, que se plasma en grandes gestas y conquistas de derechos, y también en acciones culturales e intervenciones concretas sostenidas en el tiempo. Son estas acciones culturales, enmarcadas en cada Secretaría de Cultural sindical, donde se pone en valor por la disputa real que se da el el plano de lo simbólico. La confluencia de estas experiencias en Radar, materializa un espacio de unidad contrario al clima de época, oscurecido por el individualismo, el negacionismo, la entrega de la soberanía, del patrimonio nacional y los bienes culturales. Recetas económicas ya conocidas por sus fracasos históricos, que traen más pobreza y hambre.

En este contexto, eso implica, por añadidura, oponerse al Gobierno nacional «anarcocapitalismo», o simplificado en libertarios, enemigo de los sectores populares y que entiende al Estado como el enemigo a destruir. Todo lo hecho por este Gobierno ha tenido a la crueldad como política imperante para atacar a la autoestima del pueblo. Un pueblo que se pretende disciplinar y que van atacando  para desmembrar a sus organizaciones sindicales y a cualquier atisbo de organización que ponga en jaque sus objetivos.

Al mismo tiempo, el patrimonio cultural de lxs trabajadores, intangible, parte constitutiva de nuestra historia de luchas, de conquistas y manifestaciones históricas -también de enfrentamientos a las políticas neoliberales- es parte de la memoria colectiva de nuestro pueblo. Corren por nuestras venas. En cada cicatriz de nuestro cuerpo sindical están esas luchas.

Este año 2024 todos los sectores que componen el tejido social argentino que este Gobierno nacional viene a romper y desmantelar, están resistiendo despedidos, vaciamientos, falta de recursos y transferencias inéditas de riqueza a los sectores más ricos. La primera propuesta legislativa de la presidencia de Milei – la llamada Ley Bases, que no contiene un solo artículo en beneficio del pueblo- dejó en su tratamiento un hecho bisagra: la represión ejercida sobre los manifestantes por parte de las Fuerzas de Seguridad a cargo de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, con detenidos alojados en cárceles federales de máxima seguridad. Sin antecedentes ni indicios de haber cometido delito alguno,  fueron categorizados públicamente como terroristas por el presidente, quien banalizando términos de una manera burda, habló de golpe de estado. El negacionismo y la reivindicación  de la última dictadura cívico-militar se plasma en la visita de diputados/as nacionales a genocidas con condenas de lesa humanidad en el penal de Ezeiza, en el desfinanciamiento de políticas de DDHH, con despidos y vaciamiento de la CoNaDi (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad), encargada de buscar y restituir a los nietos.

En este marco y en plan de resistencia, diferentes organizaciones vinculadas al campo cultural y las centrales sindicales están organizando un Congreso Federal de Cultura y Comunicación, que incluye precongresos regionales en diferentes puntos del país. Radar se piensa como un actor del campo cultural, y en consecuencia realizó un precongreso en el auditorio de la Asociación Bancaria, un encuentro entre sindicatos y colectivos artísticos y culturales, a partir de entender que debemos contribuir para fortalecer y defender los espacios y a los trabajadores, dando las discusiones fundamentales y profundas en torno a la cultura, que hoy sufre todo tipo de atropellos.

Estamos convencidos de que debemos aportar ideas porque somos hacedores y productores de cultura que podemos dialogar con otros actores de ese campo, y por la producción artística que generamos y tenemos en nuestro capital material y simbólico. Esa producción artística y cultural de nuestrxs compañerxs que deciden afiliarse, encuentra en el sindicato un lugar para su difusión, promoviendo el disfrute de los bienes culturales, obras, conciertos, exposiciones y espectáculos. Ese espacio cultural llamado sindicato, es el lugar de pertenencia para debatir, formarse, construir en política, defender y conquistar colectivamente derechos.

El sindicato es una herramienta de transformación, de participación y construcción colectiva para incidir en política para la felicidad y bienestar de nuestro pueblo.

 

 

 

 

*María Seoane fue una destacada periodista y escritora argentina, nacida en Buenos Aires en 1948. Durante la dictadura militar argentina (1976-1983), se exilió en México, continuando su labor periodística y de investigación. Regresó a Argentina y se consolidó como una figura clave en el periodismo de investigación y la literatura, destacándose por libro como El enigma Perrota y El dictador: la historia secreta y pública de Jorge Rafael Videla. Directora de Radio Nacional entre 2009 y 2015, falleció en Buens Aires en 2023.

 

Nota publicada en Revista Gestión Cultural el 24 de octubre del 2024

Trabajadores organizados y gestión cultural. La experiencia Argentina. – RGC Ediciones